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Jul 11
Última actualización el 21 de Julio de 2011

Los pueblos de Aegina

A tan solo 6.5 kilómetros de Aegina, en la carretera de Aegina a Agia Marina, yacen las ruinas de la ciudad abandonada de Palaiohora. Según se puede deducir de las ruinas, que cubren una montaña coronada por una castillo medieval, se trataba   de una ciudad relativamente grande. Afortunadamente, los dos ataques que sufrió de manos de los turcos en 1537 y de los venecianos más tarde, no pudieron destruir por completo este fantástico viaje al pasado. Justo en frente se encuentra el monasterio de Agios Nekatarios, construido a principios del siglo pasado. Una vez allí, también merece la pena acercarse a una de las iglesias del pueblo, Omorfi Ekklesia, para admirar los frescos que la decoran y de los que recibe el nombre (“la iglesia bonita”). Palaiohora fue la capital de la isla entre los siglos ix y xix.

Siguiendo la carretera de Marathonas en dirección sur llegamos al monasterio de la Virgen Chrysoieontissa, con unos iconostasios grabados muy interesantes. El monasterio fecha del 1600 y tiene un sorprendente estilo que recuerda a los monasterios fortificados del monte Athos.

Más adelante, sin dejar esta carretera costera, encontramos el pueblo pesquero de Perdika, a 9 kilómetros de Maratón. Una vez allí podrá escoger entre visitar alguna de las encantadoras tabernas, donde las especialidades consisten evidentemente en platos a base de pescado fresco), o disfrutar de alguna de las playas de agua cristalina que han hecho famoso el pueblo. Otra opción es tomar un barco a los pintorescos islotes de Angistri y Moni. Aunque cualquiera de las alternativas no anula las demás...

Moni está tan solo a diez minutos en barco de Perdika. En su día esta isla perteneció al monasterio de Chrysoleontissa, de ahí su nombre (“moni”, monasterio), aunque hoy es propiedad del Club turístico de Grecia. Se trata de isla desierta rocosa cuya vegetación consiste únicamente en arbustos, un paraíso de animales salvajes como conejos, cabras de las montañas de Creta  y pavos reales. Si lo que está buscando son playas, aquí encontrará increíbles calas rocosas, pero sólo alguna pequeña playa de arena. Una excursión hasta el punto más alto de la isla le regalará una vista completa del golfo Sardónico junto a un viejo puesto alemán resto de la II Guerra Mundial.

De vuelta en Egina, tomando la carretera noreste vemos los cultivos de los mejores pistachos y olivos. Entre ellos asoma el pueblo de Kipseli con la pequeña basílica de Agios Theodoros (1282). Más adelante llegamos a Souvala, un pueblo a tan solo diez minutoas del puerto principal de Egina. Actualmente Souvala es un pequeño puerto lleno de magia, con tabernas junto al puerto a las que no puede faltarse. Sin embargo, durante la primera mitad del siglo xx fue el puerto principal de Egina debido a la exportación de uva, esponjas, algarroba, etc. Además, el pueblo también es famoso por sus manantiales de agua caliente alcalina, muy buena para la piel.

Continuando un poco por la misma carretera acabamos en el Puerto de Vaghia, a cuatro kilómetros de Souvala. Allí, si se aleja de los caminos principales, encontrará rincones magníficos para nadar. Conduciendo por la carretera entre Egina y Agia Marina podrá disfrutar de la mayoría de los paisajes montañosos de la isla. Al sur de Messagros, por otro lado, encontramos una casa construida en el estilo local, la “casa de Rodakis”, construida por Alexis Rodakis en 1880. La curiosa decoración exterior consiste en un cerdo como símbolo de la buena suerte, un reloj para el tiempo, una serpiente para el mal, y una paloma para la paz.

A tan solo 30 minutos en autobús del puerto de Egina se encuentra el punto más turístico de la isla, Agia Marina. La fama de este pueblo proviene de su extensa playa de arena y hoy hay suficientes apartamentos, hoteles, tiendas y tabernas para acoger a todo el turismo que recibe con todo lo necesario para pasar unas vacaciones perfectas -a menos que se esté buscando un sitio tranquilo-. Ésta es también la zona más fértil de la isla, por lo que está cubierta de viñas, olivos y pinares. Antiguamente, era una extensión del pueblo cercano de Messagros, y su nombre proviene de la pequeña iglesia homónima.

A tres kilómetros de Agia Marina, en la cima de una colina de bosques, se alza el templo dórico de Aphaea, otro de los motivos de la fama del pueblo. Aphaea fue la primera patrona de Egina, substituida por Atenas tras su victoria. El templo está construido siguiendo el estilo local y es conocido por ser hoy el único ejemplo de templo helénico con una seguna hilera de pequeñas columnas superpuestas en el interior del santuario. El templo actual fecha del 490 a.C. y fue erigido en honor de la victoria de la batalla de Salamis, aunque hay restos de otros templos anteriores (el primero fue construido en el año 570 a.C. y destruido seis años más tarde) y de otras actividades religiosas (ídolos del tercer milenio a.C.). El templo actual, uno de los ejemplos más bellos de Grecia, forma un triángulo de significado religioso con el templo de Sounion y la Acrópolis. Los restos de las excavaciones modernas se exponen en el Museo Arqueológico de Egina y los mármoles con escenas de la Guerra de Troya, tomados en 1811 y vendidos al rey de Baviera, se exponen actualmente en la Munich Glyptotheque.

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